Viento, Viento! Has que diga que sí~ [TwoShot]

{ 28 de agosto de 2013 }

Título: Viento,viento! has que diga que sí~
Autora: Namida :D
Pareja: OkaJima -se menciona InoDai, pero no sé si ponerlo, aunque ya lo puse  en este momento xD-
Género: Shonen-ai, lemon no en este capítulo xD, angst solo un poco y no sé que más~ XD
Notita: Hola!! después de años publico algo que no sean drabbles xDD. Bueno, después de tantas traducciones de entrevistas y noticias que mi "madre" me da de hey! Say! JUMP he decidido escribir uno de esta pareja. No sé si es una de las favoritas, pero a nosotras dos nos vuelve locas~ Ya estoy tratando de hacerme tiempo para escribir, espero que les guste. Trataré de mejorar mi manera de escribir, se los prometo~ ♥. Sin más qué decir, aquí está :3
---------------------.------------

Por dónde empezar? Soy un chico de estatura relativamente alta, cuerpo formado, ojos ligeramente rasgados, cabello castaño. Soy alguien atractivo? De seguro para las chicas sería un tipo de hombre ideal, además soy gracioso y simpático, pero no lo suficiente para poder mantener una relación.

Mientras me hago todas estas preguntas sigo mostrando mi sonrisa a la gente que ignora mi vida, pasando productos y diciendo: “Vuelva pronto”. Qué gran vida!. A veces siento envidia de aquellos que se acercan a mi caja. De seguro no pasarán lo que yo paso, nadie podría pasarlo. Nadie puede ser más estúpido que yo, dejarlo todo para no recibir nada, ni amor ni cariño… solo un “adiós” y  “fue hermoso mientras duró”… Estuve ciego… solo me quería para su calentura, pero para mí fue mi primer amor, por quien dejé todo, ser yo mismo y gracias a él llegué a hacer cosas que jamás imaginé ser capaz… Todo lo hice por él, por Hikaru~.

-Gracias por su compra. Vuelva pronto… - de nuevo esa frase. En algunas ocasiones me llega fingir felicidad, me siento hipócrita… deseando que alguien sufriera como yo y mostrando un rostro distinto. No es que sea malo o egoísta, pero solo si ellos supieran lo que siento, todo sería diferente.

Ya estaba por acabar mi turno y un último cliente se acerca.

Cuando estuvo en frente mío esperando a que yo acabase, vi su rostro, era bello, sus ojos iluminados, su cabello negro y su piel pálida. Comenzó a hablarme.

-Oh! Tú eres el de la academia?
-Eh?

Acaso me conocía? Nada de él se me hacía familiar, tal vez se confundió con otra persona, seguro tengo una cara común.

-Tú eres el de 3er año?
-Te conozco?
-A qué hora sales a almorzar?
-…

No sabía si responderle, pero se acercó Yabu a mí diciéndome que mi turno acabó, volteé a ver a ese chico. Su sonrisa apareció al instante, no podía decir que no ahora –gracias Yabu- El mencionado solo sonrió sin entender la situación.

Fui a traer mis cosas, ojalá no demorar, tengo que llegar a casa a terminar la tarea de inglés. Tenía la esperanza que se fuera tal persona sin embargo, no fue así… “Qué querrá?” pensé´.

-Oh! ya estás listo. Vamos!
-…

En todo el camino permanecí callado, no tengo nada en común con él así que tampoco le hablaré como si fuera un encuentro de 2 amigos de años. Era incómodo el silencio, tantos días yendo solo y de la nada un chico se aparece y sin razón me invita a comer ¿Por qué acepté? Ah … sí … porque Yabu no me dejó tiempo para darle alguna excusa.

Estaba mirando al suelo tratando de patear una piedrita, en eso siento algo cálido en mi mano, era la mano de aquel individuo. De la nada me puse nervioso y al parecer me sonrojé.

-Es aquí!

Lo decía tan dulce, tan alegre… tan como Hikaru. Entramos. Era un lugar muy conocido, aquí venía con mi mejor amigo, Daiki.

Se fue al extranjero con un pianista. Que suerte la suya, encontrar el amor en un recital~ lo envidié siempre, pero en el aspecto positivo. Qué habrá sido de él? Perdí contacto hace mucho~.

Las señoritas aún me reconocían. “Buenos días joven Keito”, eran tan amables y sus voces tan dulces. También saludaban a ese individuo adyacente a mí. Nos sentamos en la mesa más alejada.

Me miró y comenzó a hablar.

-Uhmm… no te acuerdas de mí?
-…
-Soy el primo de Daiki Arioka
-Ohh, no te recuerdo.

Habló de Daiki, él sabrá cómo le ha ido todo este tiempo. Pero no me acordaba de él, sé que Daiki no paraba de hablar de hablar de su primo y las tonterías que hacía.

-Supongo, pero si me imaginas con lentes y aparatos, se te haré familiar, creo.

Comencé a hacerlo y wow, ya me acordé. Un día fue al cumpleaños de Daiki y nos burlamos de él por su aspecto. Recordará eso? Me quería reír, pero me contuve.

-Ohhh, Ya te recuerdo.
-Sí… yo recuerdo ese día que se burlaron de mí.

Se me escapó una sonrisa y eso causó que él también sonriera. Era tan bello, sus ojos se achinaban, me quedé como baboso viéndolo. Me sonrojé un poco; sin embargo, al parecer , no se dio cuenta. Justo venía una señorita para tomar los pedidos.

Él pidió lo mismo que pedía Daiki. Sí que eran primos.

Empezamos a hablar sobre Daiki, él me preguntó sobre… Hikaru. Mi cara cambió drásticamente, claro que él no tenía la culpa de mi desgracia. Solo le dije que la relación había terminado, veía en su rostro bello que quería preguntar el por qué; pero se contuvo. Seguimos hablando, usualmente uno se queda en un silencio incómodo, pero con él no hay aquel silencio.

En un momento se puso serio.

-Bueno, te tenía que comunicar algo.
-Qué es? –me dio una intriga total, tenía una sensación en el pecho-.
-Daiki… ha fallecido hace 3 días.

El tiempo se paró. ¿Qué es lo que acababa de decir? Daiki… ha muerto?

-Co-cómo pasó? Por qué?
-Estaba en el avión privado con su novio y al parecer tuvieron fallos en el sistema provocando que se cayeran.

Las lágrimas empezaron a salir y por mi mente empezó a pasar los recuerdos que tuve con él. Un chico tan generoso, el que me ayudó en las buenas y en las malas. Tan alegre.

El alto me estaba viendo con pena, sacó de su mochila una caja de zapatos. Era de Daiki, donde guardábamos todo para recordarlo dentro de 15 o 20 años más. Lo abrí y lo primero que visualizo es una foto de él, Inoo, Hikaru y yo… cuando todo era felicidad. Toda desgracia me está pasando solo a mí.

Sigo revisando. Cuando nos graduamos de la escuela, cuando tuvimos nuestro primer día en el instituto, en su cumpleaños, en el mío. Reprimía mi llanto para que no vieran mi dolor.

Miré a ese tal Yuto, le pregunté donde lo han enterrado. Él solo me dijo que mañana pasaría por mí.

-Gracias…
-Era lo menos que pude hacer.

Sin más seguimos comiendo. El silencio era mi mejor amigo, pero en estos momentos deseabas escuchar la voz de Daiki que jamás se callaba. Su primo era algo parecido a él; sin embargo, respetaba mi silencio. Aunque la duración no fue larga

-El sábado estás libre?
-Uhmm… tengo trabajo de instituto
-Entonces te ayudaré. Anótame tu dirección.

Se me hacía raro todo esto además recién lo conocía. Al principio me negué, no iba a dejar a nadie interrumpir el trayecto de mi mundo, pero era de esperar, era familia de Daiki así que…

-Por favor, por favor, por favor siii??
-Aww, por qué sos tan insistente?
-Es de familia –lo dijo riendo- ya?
-Está bien.

Sin más le di mi dirección. Estábamos martes, mañana iríamos al cementerio y el sábado lo esperaría.

-----------------------------------

Llevé rosas, las favoritas de Daiki. Yuto me dejó solo para pasar tiempo a solas con mi amigo. Adyacente a su lápida se encontraba la de Inoo.

-Gracias por cuidar a mi amigo. Espero que donde estén, lo sigas cuidando.

Un viento fresco sopló, solo sonreí.

Busqué a Yuto y nos fuimos hacía un parque cercano. Había niños jugando, dueños con sus perros; todo era un lugar lleno de alegría.

-Ven, por acá queda mi casa.

Me estaba llevando a su casa? No sabía eso… le dará miedo estar solo en la noche? Si se aparecen fantasmas?! Agh! Debe de haber, están cerca de un cementerio… QUÉ MIEDO!

Yuto volteó, me miró extrañado, de seguro estaba volviendo a hacer mis muecas, qué vergüenza! Me tapé la cara con ambas manos, el alto se rio, luego cogió mi mano.

-No hay fantasmas, además tenemos a Daiki para protegernos

Cómo supo lo que pensaba?!

-Cómo…
-Daiki me contó tus miedos

Tuvo que ser Daiki!! Estaba en un mar de risas, todos burlándose de mí~ bueno… fue exagerado, pero algo parecido cuando vi a Yuto reírse

-No te rías!
-Keito-kun, eres muy cómico

Mi maldición fue descubierta! Siempre hago reír sin proponérmelo, esto es una injusticia total. Al fin llegamos.

-Ya llegué!

Nadie contestó, era un apartamento ligeramente pequeño, solo para 2 personas como máximo

-Tus padres?
-En Alemania
-Entonces con quién vives?
-Con nadie~

Eso fue confuso y extraño, quién avisa a la nada? Él me miró y vio mi rostro de desacierto.

-Es costumbre, no estoy loco, no te preocupes.

Leerá la mente? Cómo sabe lo que pienso? Tantas personas tienen ese don y yo nací para hacer reír a la gente.

Pasamos una tarde muy agradable. Me enseñó a cocinar algunas comidas; yo, otras, jugamos videojuegos y terminamos contando acontecimientos que vivimos. Entramos al tema del enamoramiento.

-Y tienes novia? –la curiosidad me ganó-
-Uhmm no exactamente, no es nada serio
- Ohhh – no sabía que opinar, pero ya me confirmó que no tenía las mismas preferencias como su primo y yo.
-Y qué pasó con Hikaru?

El ambiente cambió al instante que su nombre fue pronunciado.

-Pues…
-Si no deseas no respondas, perdón por mi intromisión- cambió rápidamente el tema, él es un experto en eso…

Ya era tarde y él me ofreció quedarme a dormir. No podía aceptarlo, por ahora no era lo indicado. Admiraba su confianza en las personas, algo que yo ya perdí. Seguíamos conversando, nunca me imaginé tener tantos temas en común con alguien que solo había visto una vez, igual que con Daiki, se me hace más fácil con algunas personas, creo que era su aura. Con Hikaru no era así, me ponía nervioso, me trababa y no tuvimos muchos temas en común para conversar. Más bien él era el que hablaba todo el tiempo, yo solo me dedicaba a escucharlo, no daba mis opiniones porque a veces él se enojaba conmigo, pero aun así estaba con él esperanzado que en algún momento iba a cambiar y todo sería hermoso. Lo que resultó fue una apuñalada por la espalda acompañado de las palabras “solo me divertía”. Eso fue un golpe muy duro, ya no tenía a mi mejor amigo que me pudiera sostener. Siento que en esta vida estaré solo. Sin embargo ver a Yuto riendo y esperando alguna opinión de parte mía me daba a entender que hay personas que sí esperan mis opiniones y que importa lo que yo pienso.

Ya me tenía que regresar, pero al regresar todo iba a ser distinto, nunca más volveré a sentirme solo, llegaré a mi casa a esperar el día de mañana para poder verlo… esperar el sábado con más ansias. Ya tenía un nuevo amigo aparte de Yabu.

-Seguro que no te quieres quedar a dormir?
-Seguro, será en otra ocasión. Tengo que terminar mi tarea.
-Oh! Cierto, ahora eres un chico aplicado.

Una sonrisa salió de mi rostro, con solo verlo mi humor cambia, sonrío sin ningún motivo, no me podía explicar el porqué de mis reacciones pero me agradaba sentirlas. Ya nadie se puede mofar de mi soledad. Los días oscuros se acabaron.


Al día siguiente no me quería levantar. Las sábanas se encariñaron conmigo y no podía negarlo, también las quería.

Sonó mi móvil, era la décima vez que sonaba mi alarma

-OH! DIOS SE ME HACE TARDE

Si alguien creara un concurso de vestirse lo más rápido, de seguro estoy entre los 3 primeros.

En qué momento se apagó mi despertador? Ya estaba corriendo en las calles. Mi ruta es de 25 min. pero si puedo romper mi record de 10 min. estaré a salvo… oh … solo si tuviera carro propio, pero … NO TENGO AUTO PROPIO!!!. Justo hoy me toca un profesor nada amigable, no se apiada de nadie, acaso no tiene hijos?!.

Estaba a punto de cruzar la pista hasta que un auto se interpone y se estaciona; CASI ME MATA!! –últimamente me exalto por todo-. Bajó la ventanilla.

-Te llevo?

Su sonrisa resplandeciente, su piel blanca, esos ojos negros que se ocultaban detrás de esa luna aparecieron con un gran ánimo. El destino está siendo generoso, supo que no quería esperar hasta el sábado.

Atónito solo asentí con la cabeza, abrí la puerta y como si fuera ánime, el carro desapareció.

No lo dejaba de ver, pero cada vez que miraba por el retrovisor desviaba la mirada.

-Dónde es tu instituto?

Empecé a indicarle por dónde ir, no sabía que ya conducía, ni yo lo hago.

El ambiente era perfecto, él me conversaba y yo respondía u opinaba, era todo tan bello.

Ayer me quedé despierto por pensar en él y por qué pensaba en él?, qué es lo que siento cada vez que lo veo? Jamás me sentí así cuando veía a Hikaru, solo esperaba a sus “ordenes”, pero no pasaba nada más. Creo que no había conexión, jamás existió.

Llegamos, me faltaban 3 min. para que toque el timbre, salí corriendo, ni tuve tiempo de agradecerle a Yuto, luego le daría las gracias, solo no quería que me castiguen para el sábado, no ese día.

----------

La hora de almorzar llegó, cogí mi emparedado y me dirigí al salón de Yabu. De lejos lo vi con su grupo, excepto Hikaru. Luego de lo sucedido, él se alejó de ellos ya que Yabu me apoyaba. Mi único amigo en el instituto.

-Keito!! Cómo te fue?
-Con?
-Pues con ese chico todo simpaticón
-Tú tienes a Ryutaro
-Uy… perdón~, celosito me saliste

En qué momento me puse celos?! Solo decía. Pero… por qué dije eso? En verdad tuve celos? Eso no puede ser, solo estuve con él algunos días.

-No son celos! –es lo único que decir ante tal comentario de Yabu-.
-Y te pones a la defensiva~ pillín, cuéntame!
-Eres peor que una chica
-Pero más guapo que un chico~

Me dio gracia lo que había dicho, Yabu y sus locuras. Le conté lo que pasó con Daiki, él también lo conocía, y lo que pasó esta mañana. De la recibo un golpe en la parte posterior de la cabeza.

-Cómo que no le agradeciste?!
-Se me hacía tarde!! –me sobaba la parte golpeada por el mayor.
-Aishh… ahora tengo que entrar yo
-A dónde?
-A mejorar tu situación con el simpaticón

Rodeé mis ojos, empecé de nuevo a explicarle todo, que solo éramos amigos y eso! Solo conocidos. Además, aún no estaba listo para una relación.

Todos me pueden decir que ya es tiempo de olvidarlo, pero… simplemente no puedo hacerlo de la noche a la mañana. Todo el tiempo dependía de él, me decía lo que supuestamente era mejor para mí y así no se acabara nuestra relación por una mala decisión que pudiera tomar. Yo era el títere y él, el titiritero que manejaba a su antojo mi vida, a la cual nuca le di importancia solo por no querer verlo alejarse de mi lado. Con escuchar esas palabras, que resultaron más falsas que una mujer de 70 años sin alguna arruga, pero me ilusionaban y me cegaban de la fría y cruda realidad. En el momento que me quité aquella venda, todo fue dolor y sufrimiento; un gran golpe llegó al interior de mi persona sin ni una pizca piedad. Lo que más dolió fueron esas palabras que se incrustaron en mi alma.

-Hikaru! Por qué no has dado señales de vida? Estaba muy preocupado por ti
-Estaba estudiando

Mi preocupación se la entregué totalmente, solo viendo su bienestar, olvidando por completo la mía.

-Hikaru… por qué me estás ignorando?
-Déjame en paz!

Sus palabras hirientes empezaron a llegar, pero tan despistado puedo ser que seguía detrás de él

-Por… por qué? Yo…
-Tú me amas? JA! Keito … eres un pobre iluso…
-Hika… ru…
-Fue bonito mientras duró, eres muy bueno, pero ya me cansé, adiós.

Sus últimas palabras se grabaron tan profundo... a veces pienso que siempre estoy en una pesadilla, pero siempre despierto y veo lo mismo al lado mío… vacío

Llegó el sábado. Fue una semana larga. Yabu me obligó a comprar ropa nueva para la “cita”, según él. Yo trataba de aclararle que no era eso, me hizo caso omiso. No tenía muchas ganas de salir, creo que me estoy agripando.

El timbre sonó.

Estaba tirado en el sofá y con mucho esfuerzo me levanto, me sentía débil. Llegué a la puerta, al abrir vi su rostro resplandeciente y lleno de vida, en cambio mi rostro parecía que no hubiera comido en 3 semanas, una tos ronca sale de mi boca, un ardor insoportable en la garganta. Sin embargo no quería malograr el día ni los planes que teníamos.

-T e ves terrible!!

Su sonrisa se hizo humo y apareció la preocupación en su rostro, creo que sí llegué a arruinar el día

-No es nada…
-Te ves casi muerto!
-… -pensé un momento en qué hacer para mejorar las cosas. – perdón, tuve que avisarte que estaba enfermo.
-No te preocupes, con lo enfermo que estás, te olvidas fácilmente .
-Perdón por no poder salir, arruiné le día.
-No pidas perdón, es algo que no se puede cambiar, además me ayudarás a ser un buen enfermero.
-Enfermero?
-Sí, hoy te cuidaré


Me quedé estupefacto ante su respuesta, sacrificaría su día para cuidarme. Su actitud era como un niño jugando al doctor. Me indicaba que me echara en mi cama, que él iría a preparar una sopa especial, que me cubriera bien, era muy parecido a mi madre.

Daiki, me has enviado un ángel de la guardia?

Continuará~~~~