La nieve cubre todo [One-Shot]

{ 1 de febrero de 2013 }


Título: La nieve lo cubre todo
Autora: Namida
Pareja: InoDai
Género: Angst, lemon
Extensión: One-shot
Nota: pues acá mi one-shot que comenté que iba a subir xD. Yo, chica de 16 años, hice esta hermosa y trágica historia. Pues... no sé si alguna vez han querido ir a buscar a alguien especial por ahí... algo así, pero solo que esta ocasión.. termina mal. Perdonadme las personas que gustan de finales felices con el InoDai xD. Las quiero~
--------------------------------------.------------------------------------
Estaba de nuevo solo, caminando por esas calles frías de Tokio. Un día de invierno, la estación que yo adoraba y que ahora solo lo veo como una estación más luego de su partida. No sentía a nadie, como si se hubieran desaparecido, como si la tierra se esmerase en que me quedara solo, sin ayuda de alguien, sin una persona especial para poder confiar. Ya nada tenía sentido, mi esfuerzo fue en vano… mi gran esfuerzo fue un desperdicio que solo lo hice para estar a su lado, no sirvió de nada. A la primera oportunidad se marchó con solo su despedida que demostraba gran indiferencia.

“Adiós, Inoo. Que tengas una bonita Navidad”

Bonita Navidad… como si mi familia la pasara conmigo, tomando chocolate caliente, una cena armoniosa y cantando villancicos. A ella solo le interesaban los negocios y concursos donde yo era obligado a participar por los premios con montos altos de dinero. Solo importaba los ceros en una chequera, solo lo artificial era lo que rodeaba mi vida… era lo único, pero él me mostró cómo era el mundo en realidad, que la vida podía ser simple sin mayores lujos, alegre, sin preocupaciones ni nada por el estilo. La gente era considerada, humilde y sin una pizca de conveniencia. Pero ahora… quién me podrá seguir mostrando esa cara del mundo, aquel mundo que no se encuentra alrededor de mi familia?

Llegué a mi destino, al albergue de los niños huérfanos, donde me había encariñado con dos pequeños niños. Uno llamado Chinen con su amiguito Ryutaro, de 12 y 11 años respectivamente. Ellos me demostraron la pureza que puede tener un niño en su interior, que sus intenciones son sinceras. Cuidaban uno del otro como si fueran verdaderos hermanos. Cómo deseaba que con mi hermano fuera una relación de este tipo de afecto, pero más bien parecía una relación de dos extraños.

Ya se acercaba la Navidad y como no iba a estar en el país para esa fecha, aprovecharía en dejarles algunos presentes para ellos y a los demás niños. No me falta el dinero y quisiera otorgar una felicidad a esas criaturas… solo me faltaba el disfraz de Santa Claus. Jugué con ellos un rato y luego comencé a explicar mi tiempo de ausencia y el motivo que tenía.

-Por qué Inoo-san se va a Canadá?- Dijo el pequeño Ryutaro
-Porque tengo que buscar a una persona muy especial para mí.
-Y Daiki-niichan no te puede estar contigo?- los ingenuos, no era su culpa, nadie sabía su paradero~- Dijo Chinen.
-Pues sí, pero él en este momento no me puede acompañar y quiero ver a esa persona para estas fechas importantes.
-Po qué Daiki-niichan no vene a visitanos?- Pregunto la más pequeña del grupo, Okashi… solo tenía 3 años y comenzaba hablar más claro. Ante su pregunta no pude evitar que mis ojos se aguaran un tanto.
-No lo sé… no lo sé

Nadie tenía la mínima sospecha de donde estaba, ni siquiera los niños sabían que Daiki desapareció. Le rogué a su madre que me dijera donde se había ido, pero ella tampoco tenía mucha información de ello, solo conseguí una dirección y no era seguro que mi amor estuviera allí. Sin embargo, de todas maneras iré a Canadá, iré en busca de mi otra mitad… sin él… no soy nadie~.

Él es mi destino...



Caminando en ese país desconocido para mí, totalmente extraño. Solo había ido un par de veces para los recitales que obligado asistía por mi familia para mantener la reputación en alto. Su lengua era extraña para mí, con las justas me podía comunicar con mi inglés básico. Con los pocos dado entregados por la señora Arioka, fui en busca de mi otra mitad. No fue fácil al comienzo… solo que ya había pasado una semana desde que llegué aquí y me había perdido en varias ocasiones. Pero ya teniendo un poco de conocimientos de los lugares y un mapa, estaba seguro de llegar a esa dirección.

Mientras caminaba, recordaba esa noche, en la noche donde Daiki me llevó a cenar con su pequeña familia, se componía de él y su madre…. Los dos solos. Me quedé a dormir por la hora, era tarde y su madre me sugirió  dormir en casa. Yo, por supuesto, acepté la invitación… total, nadie se da cuenta si estoy o no en la mía. Daiki me llevó a su cuarto, íbamos a dormir juntos, iba a dormir con el ser que más amo en el mundo.

Esa noche hubo muchas cosas,  me confesó que era adoptado del orfanato que siempre íbamos, que su madre enviudó a los 2 años que Daiki ya estaba en casa. Su padre enfermó cuando tenía 6, pero lo que vivió con é, pudo sentir el verdadero amor de una familia unida… lo abracé y dije: “Gracias por confiar en mí”. Daiki confiaba totalmente… pues me besó estaba sonrojado, y beso a beso… se entregó a mí. Fui su primera vez y eso lo amé. Daiki, esa noche, me dio a entender que yo era el indicado para estar a su lado siempre; sin embargo, la sorpresa que me llevé al día siguiente.

Abrí los ojos y vi un cuerpo menudito sacando ropa del armario, cuando me desperezo bien veo a Daiki empacando su ropa. No entendía nada, no sabía por qué hacía eso. Le pregunté “por qué empacas? A dónde vas?”, él no me miró, hizo oídos sordos a mis palabras… solo se dispuso a empacar, luego de un rato suspiró y lo único que me dijo fue: “Tengo que irme Kei. Ya tuve suficiente de esto”.

Cada vez estaba más confundido, no entendía la situación, no entendía por qué Daiki me decía algo así. Me paré enseguida de la cama buscando mi ropa para reclamarle alguna razón de lo que estaba haciendo. Su actitud del menor me causaba miedo, miedo a que se aleje de mí.

Terminó de empacar y seguía en bóxer, donde había puesto mi ropa?

-Tú ropa está secando
-Daiki, a dónde vas?- es lo único que podía salir de mi boca, una voz algo temblorosa.
-Adiós, Inoo. Que tengas Bonita Navidad.

La última oración que escuché con su voz. Yo solo deseaba encontrarlo en el lugar que me indicaron, quería verlo, abrazarlo, sentir su calor… aunque sea por última vez. Le pediría su razón por la cual se fue y estaría en paz.

24 de Diciembre, viendo parejas caminando felices, sin ningún problema comprando regalos para ellos; Niños corriendo mientras ríen. Todo era tan lindo, sí que en Occidente… las navidades son más festejadas. Sentía envidia de aquellas personas, eran tan felices. En ese momento deseé estar festejando con el ser más hermoso que conquistó mi mundo, pero solo se fue dejando que el lugar donde era rey, se derrumbaba de la desesperación, al menos ya estaba por llegar al lugar donde podría encontrarlo.

Eran las 9 de la noche, el día estaba muy frío y yo me encontraba parado en la puerta de aquella casa, muy decorada por la época. Tenía el corazón latiendo mil por segundo, era mi única oportunidad de encontrarlo, mi última gota de esperanza la estaba depositando en este momento. Después de esto, volveré a casa a seguir la rutina de mi familia. Si no lo encuentro, mi vida perderá sentido, el motivo para ser diferente, para ser feliz.

Toqué la puerta.

El tiempo comenzó a pasar lento, cada vez más lento. Comenzaba a escuchar pasos. Estaba temblando, no solo por el frío. Los nervios se estaban apoderando de mí, por un momento pensé en irme corriendo, pero luego desistí de ello… esperé y esperé hasta que los pasos dejaron de sonar y a continuación, la puerta se abrió despacio… veía una mano pequeña.

-Inoo-senpai!
-Chimeny-chan! Qué haces aquí? – era una ex alumna que tenía para las clases de piano.
-Pues… ahora aquí vivo

Ella era una niña del albergue y yo le enseñaba piano voluntariamente hasta que me enteré que la adoptaron y se mudó, pero no tenía idea que era a Canadá.

Desde el fondo de la casa se escuchaba una voz que se me hacía muy familiar.

-Chimeny-chan… Quién es?

Lo vi… todo se iluminó mágicamente, todo tomó sus colores respectivos, del gris a muchos colores. Sonreí torpemente, mi impulso de abrazarlo se comenzó a notar y sin pensarlo corrí hacia él, corrí hasta envolverlo con mis brazos, sentía su calor… lo sentía que llenaba todo mi ser.

-Qu- Qué haces aquí?- Dijo Daiki con su nerviosismo notable.
-Estoy por ti, solo por ti.

Al inicio sentí su esfuerzo de separarse de mí, pero luego correspondió a mi abrazo. Se enganchó en mí y apretó poco a poco, comenzó a llorar. Yo solo lo besaba en su cabeza y le repetía una y otra vez lo cuanto que lo amaba.


-Por qué te fuiste? Por qué no dijiste nada?- Ya estábamos en su habitación.
-Inoo… yo… solo me tuve que ir.
-Pero no pensaste en lo que sufriría? Que no te buscaría?- Ligeros sollozos salieron de mi parte.

El solo se acercó, sus labios se juntaron con los míos, creando un beso tierno y lento. Sus brazos rodearon mi cuello y las mías, sus cintura. A paso lento comenzamos a ir a la cama echándolo con delicadeza en ella. Me separé de él por falta de aire y cuando le veo, un color carmesí se apoderó de sus mejillas… supongo que igual a mí, pero me encantaba verlo así. Le di una pequeña sonrisa; él hizo lo mismo.

Me acerqué nuevamente a él, pero mi beso no se dirigió a sus labios; fueron directo a su cuello haciendo un pequeño camino de besos. Antes de seguir lo miré como pidiendo la aprobación del otro ya que esta sería la 1era 2da vez que lo íbamos hacer… y no quería que él no. Para mi sorpresa, él me asintió con la cabeza… luego me besó para confirmarlo.

Poco a poco lo despojé de su camiseta y él de la mía. Bajé por su desnudo torso con ligeros besos que provocaba suspiros. Llegué a ese botón rosa y comencé a jugar con él. Luego seguí bajando hasta llegar a la cremallera. Ya comenzaba a ser un estorbo, no lo creen?. Simplemente le saque todo el pantalón. Él se sonrojaba cada vez más, me llenaba de ternura, solo se quedó en bóxer.

Luego dejé de hacerlo y cambié de posiciones. Vi su rostro realmente sorprendido…

-Ahora te toca hacerlo…- le dije en susurro.

Él comenzó a bajar lentamente, sí que se sentía bien… legó a mi pecho y comenzó a jugar con mis tetillas. Me sacaba suspiros uno tras otro. Poco a poco se llenó de confianza, bajó más y me quitó los pantalones, luego comenzó a jugar con mi bóxer y se reía, me vio con su mirada lasciva, la cual me encanta. Comenzó a bajarlo poco a poco y pues mi gran amigo estaba más que despierto.

Con su mano comenzó a subir y a bajar por mi hombría, el placer era tal que comencé a gemir… Daiki tenía algo en las manos que esto era único. Al rato sentí algo tibio y húmedo, Daiki se lo metió todo a su boca e hizo lo mismo que con la mano, a subir y a bajar. Mil emociones sentía a la vez… lo sacó de su boca  y siguió con la mano.

-Ohhh… Dai… Daiki… ya… v-voy…
-No… aún no… - me lo dijo en un susurro.

A continuación él se estaba frotando en mí… sentía esa tela, ya era un estorbo en estos momentos… así que sin aviso volví a cambiar de posiciones y su bóxer desapareció en un instante. Empecé con besos... luego recorría su miembro con la lengua.

-Ahhh…- le sacaba gemidos a montón, eso me excitaba más y más… sin más me lo metí todo a la boca, con rapidez comencé a sacarlo y meterlo – Ahhh… Inoo… ahhh… yo…. Ahhhhhhh – se vino, su esencia me la pasé… venía de él… Su mirada de sorprendido por lo que acaba de hacer me dio tanta gracia – Por qué lo hiciste?
-Quería saber a cómo sabias… y sabes qué?
-Qué?
-Eres realmente delicioso.

El menor se sonrojó a más no poder. Volví a sus labios en un profundo y apasionado beso. Con lo que quedaba de semen, lubriqué mis dedos y los bajé hasta su entrada. Introduje uno, le saqué un pequeño quejido, pero sabía que solo era el comienzo… luego el 2do hasta finalmente el 3ero. Lo que era dolor se convirtió en placer en un instante… amaba escuchar los gemidos de mi Daiki, como los había extrañado.

-Ahhh.. Inoo… te quiero… te quiero….
-Me quieres que?
-D-dentro…
-Qué dices?
-Te QUIERO DENTRO!

Amaba cuando se ponía así, todo excitado… me daba más ganas… bueno… Me puse en posición y mi hombría lo acerqué a su entrada ya dilatada, la punta colocada y Daiki gimió…

-Mi amor, no te desesperes…
-Apúrate… Kei..
-Pero… - Sin más Daiki hizo un movimiento que provocó entrar de una sola estocada. Sus uñas se clavaron en mi espalda. Sentirme dentro suyo me fascinaba, era realmente estrecho y daba ganas de moverme ya, pero tengo que esperar a que se acostumbre – Estás bien?
-S-si… solo no te muevas rápido.

Las embestidas comenzaron lentamente, al pasar un rato los gemidos de Daiki comenzaron a escucharse en toda la habitación… las estocadas más rápidas y bruscas, estaba realmente excitado.

-Más… ahhhh… rápido… ahhh
-A las…. Ordenes… mi amor~

La velocidad aumentaba, el vaivén que Daiki hacía al compás de las embestidas… todo estaba sincronizado sin decirnos nada… era algo hermoso tenerlo de nuevo entre mis brazos… esos gemidos provocado por mí, solo por mí… Cogí su miembro y comencé a masajearlo… Los gemidos de Daiki  comenzaron aumentar.

-Daiki…. Ah…. Yaa… ahhhh
-Los… los 2…. Juntos…
-Ah… Daiki… TE AMOHH…ahhhhh

Los 2 nos venimos, yo en él y él entre nuestros cuerpos… Sentí un hormigueo total en mi cuerpo… lo besé y me eché a su costado.

-Daiki… no te alejes de nuevo…- No recibía respuesta alguna… volteé mi cabeza y su mirada estaba fijada en mí- Qué sucede?
-Te amo, te amo mucho…- Me abrazó, le correspondí
-Yo también te amo, mi pequeño pingüino…

Le di un beso en la frente y nos quedamos totalmente dormidos.



-DAIKI!!!!!!!

No podía creerlo… no de nuevo. No se encontraba en ningún lado, no se encontraba su ropa en los cajones, no había señal de él… cómo me pudo hacer esto?!... estaba llorando si parar… cómo pudo hacerlo de nuevo? No que me amaba? Por qué Daiki…. Por qué?

Solo tenía una nota… una pequeña y miserable nota…

“Perdóname, Inoo.
Esto es por tu bien, no puedo estar contigo… no puedo seguir con esto. No me busques por favor…
Te amo.”

No puede ser, arrugué la nota… tiré todo lo que tenía en mi camino. Nadie podría entender mi dolor… nadie podía saber lo que siento ahora. Me resbalé por la pared, llevé las manos a mi rostro. Empecé a derramar lágrimas… no podía creerlo, deseaba que todo esto fuera una pesadilla… una horrible pesadilla.



De nuevo a mi vida… a mis obligaciones por ser un Inoo… sin nadie quien me quiera y esté a mi lado… absolutamente nadie… ese día... la nieve cubrió todo en las calles... también cubrió lo que nos pasó... Cubrió todo...

3 comentarios:

Paoo Inoue dijo...

;wwwwwwwwww;;; Qué?! Cómo?! Dónde?!! Qué rayos pasó? Por qué Daiki se va así sin decir nada de nada y cuando lo encuntran se vuelve a escapar! Que pasa?! Porque? Y con la niña ;w; está enfermo o algo así?

Exijo una explicación! Ahora! ._. Ok no, por lo menos no me lo mataste y se que Kei no se dará por vencido y lo buscará, verdad?

mabelucome dijo...

Tuuuu!!!!! Cómo haces esto!? Por qué Daiki le hace eso!? Si lo ama tanto por qué le hace eso!?
asadsadsa exijo una continuación de esto ya!!!! Una en la que al menos explique porqué Daiki lo abandona tanto ¬¬
Por cierto, buen lemon *¬*

ariaddne krv dijo...

quiero contiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii no quiero q kei este triste q le psasa a daiki porq hace eso dejandolo siempre si tambieen lo ama yo quiero q el inoodai esten juntos exijo conti no nos hagas esto please.